Una
entrevista a Domenico Bartolucci
"L'espresso"… Nº 29, 2006, por Riccardo Lenzi.
Pregunta: Maestro Bartolucci, no menos de seis papas
han asistido a sus conciertos. ¿Cuál de todos ellos podría decir Ud. que ha
sido el más experto en materia de
música?
Respuesta: En el más reciente, Benedicto XVI. Toca el piano, tiene un profundo conocimiento de
Mozart, ama la liturgia de la Iglesia y consecuentemente pone un gran énfasis
en la música. Pío XII era un gran amante de la música y frecuentemente tocaba
el violín. La Capilla Sixtina le debe mucho a Juan XXIII. En 1959 me dio
permiso para restaurar la Sixtina que, desafortunadamente estaba en muy malas
condiciones en parte a causa de la enfermedad del director anterior, Lorenzo
Perosi. No tenía ya miembros estables, archivo musical o tan siquiera una
oficina. De modo que obtuvimos la oficina, despedimos a los falsettos y
la composición del coro lo mismo que los honorarios de sus miembros quedaron
establecidos. Finalmente también fue posible organizar el coro de niños. Luego
vino Pablo VI, pero era sordo para la
música, y no se cuánto aprecio tenía de ella.
Pregunta: ¿Fue Perosi el así llamado restaurador del
oratorio italiano?
Respuesta: Perosi fue un auténtico músico, un hombre
completamente consumido por la música. Tuvo la buena fortuna de dirigir la
Sixtina en los tiempos del Motu Proprio sobre la música sagrada, que verdadera
y justamente quería purificar de los efectos teatrales de los que estaba
contaminada. Pudo haber dado un nuevo impulso a la música de la Iglesia, pero
desafortunadamente no tenía una comprensión adecuada de la polifonía en la
tradición de Palestrina y en la tradición de la Sixtina. También ¡confió la
dirección del coro de canto gregoriano al vice-maestro! Sus composiciones
litúrgicas con frecuencia se destacaban por un estilo ceciliano superficial,
tan alejado de esa perfecta fusión de texto y música.
Pregunta: Perosi imitaba a Puccini...
Respuesta: Pero Puccini era un hombre inteligente. Y sus
fugas son en mucho superiores a la de Perosi.
Pregunta: ¿Fue Perosi, de alguna manera, el precursor de la
vulgarización actual de la música sagrada?
Respuesta: No exactamente. Hoy en día, la moda en las
iglesias es la de las canciones inspiradas en el pop y en el
estruendo de las guitarras, pero la
culpa es sobre todo en los pseudo intelectuales que han fabricado esta
degeneración de la liturgia, y así, de la música, tirando por la borda y
despreciando la herencia del pasado con la idea de obtener quien sabe qué
ventajas para la gente. Si el arte de la música no regresa a su
grandeza dejando de ser un subproducto, no tiene sentido preguntarse qué
función cumple en la Iglesia. Estoy en contra de las guitarras, pero también
estoy en contra de la supeficialidad del movimiento ceciliano en la música. Es
más o menos la misma cosa. Nuestro
lema debe ser: ¡volvamos al Canto Gregoriano y a la polifonía en la tradición
de Palestrina, y sigamos por ese camino!
Pregunta: ¿Cuáles son las iniciativas que Benedicto XVI
debería llevar adelante para realizar este plan en un mundo de discotecas
y iPods?
Respuesta: El gran repertorio de la música sagrada que nos
ha sido entregado desde el pasado está compuesto por Misas, ofertorios,
responsorios: antiguamente no existía nada así como una liturgia sin
música. Hoy no hay lugar para este
repertorio en la nueva liturgia, que es una conmoción discordante -y es
inútil fingir que no lo es-. ¡Es como si le hubiesen pedido a
Michelangelo que pintase el Juicio Final sobre una estampilla! Dígame, por favor, como es posible hoy
interpretar un Credo, o inclusive un Gloria. Primero deberíamos regresar, al
menos para las misas solemnes o de días festivos, a la liturgia que da a la
música su lugar propio y se expresa en el lenguaje universal de la Iglesia,
el latín. En la Sixtina, después de la reforma litúrgica, yo
pude mantener vivo el repertorio tradicional de la Capillla solo en conciertos.
Solamente piense ¡la Missa Papae Marcelli de Palestrina no ha sido cantada en
San Pedro desde el tiempo del papa Juan XXIII! Se nos dio graciosamente el
permiso para interpretarla durante la conmemoración de Palestrina, y ellos la
querían sin el Credo, pero en ese momento no cedí y fue interpretada en su
totalidad.
Pregunta: ¿Cree Ud. que la asamblea de los fieles debería
participar en el canto de las melodías gregorianas durante las celebraciones
litúrgicas?
Respuesta: Hay que hacer distinciones en la interpretación
del Canto Gregoriano. Parte del repertorio, por ejemplo los Introitos o los
Ofertorios requieren un nivel de refinamiento artístico extremadamente elevado
y solo pueden ser interpretados apropiadamente por verdaderos artistas. Pero hay una parte del repertorio que es
cantada por el pueblo: pienso en la Misa de Angelis, la música procesional, los
himnos. En otro tiempo era muy conmovedor escuchar a los fieles cantar el Te
Deum, el Magnificat, las letanías, música que la gente habia asimilado y había
hecho propia. Hoy poco de esto queda ya. Y más aún, el Canto Gregoriano ha
sido distorsionado por las teorías rítmicas y estéticas de los Benedictinos de
Solesmes. El Canto Gregoriano nació en tiempos violentos, y debe ser viril y
fuerte y no la dulce y confortable adaptación de hoy en día.
Pregunta: ¿Cree Ud. que las tradiciones musicales del pasado
están en vías de desaparición?
Respuesta: Parece una afirmación razonable: si no hay
continuidad para mantenerlas vivas, están destinadas al olvido, y la liturgia en curso ciertamente no las
favorece....Soy por naturaleza un
optimista, pero juzgo la presente situación con todo realismo y creo que un
Napoleón sin generales puede hacer poco. El lema actual es "…ve a la
gente, mírala a los ojos"…, ¡pero todo esto es un montón de palabras
vacías! Haciendo esto solo
nos celebramos a nosotros mismos, y el misterio y la belleza de Dios permanecen
escondidas para nosotros. De hecho, estamos siendo testigos de la
decadencia de Occidente. Un obispo
africano me dijo cierta vez: "…Tenemos la esperanza de que el Concilio no
elimine el latín de la liturgia, porque si así lo hiciera, mi país se sumiría
en una Babel de dialectos"….
Pregunta: ¿Acaso Juan Pablo II no puso algo de orden en
estos asuntos?
Respuesta: A pesar de un número de admoniciones, la
crisis litúrgica se agravó más profundamente durante su pontificado. A veces
fueron las celebraciones papales mismas las que contribuyeron a esta nueva
tendencia con sus bailes y sus tambores. Una vez me fui diciéndoles:
"…¡Llámenme cuando se acabe el show!"…. Ud. bien advierte que si
estos son los ejemplos que vienen de San Pedro, las admoniciones y las quejas
no son de mucho provecho. Siempre objeté estas cosas. Incluso
aunque me echaran a patadas, en apariencia se debió al hecho de haber cumplido
los 80, y no me arrepiento de lo que hice.
Pregunta: ¿Que significaba en otro tiempo cantar en la
Sixtina?
Respuesta: El lugar y el Coro formaban una unidad, lo mismo
que la música y la liturgia conforman una unidad. La música no es un
mero ornamento, sino que da vida al texto litúrgico, y el cantor es de algún
modo un sacerdote.
Pregunta: ¿Es posible, hoy en día, componer en el estilo
del canto gregoriano?
Respuesta: Por un
lado, necesitamos recuperar el espíritu y la solidez. Pero la Iglesia ha hecho lo contrario,
favoreciendo las melodías simplonas, inspiradas en el pop, fáciles a los oídos.
Se pensó que esto haría feliz a la gente y este es el camino que se eligió.
Pero eso no es arte. El gran arte es densidad.
Pregunta: ¿No afirmaría Ud. que algún compositor de hoy en
día es capaz de revivir esta tradición?
Respuesta: No es una cuestión de aptitud: es la atmósfera lo
que falta. La falta no es de los músicos, sino de lo que le piden que
hagan.
Pregunta: Y sin embargo, los monjes de Santo Domingo de
Silos han vendido milliones de CDs de Canto Gregoriano. También podemos
mencionar la tercera sinfonía de Gorecki, con sus referencias medievales...
Respuesta: Son fenómenos de la sociedad de consumo que
tienen poco interés para mí.
Pregunta: Pero hay compositores de autoridad indiscutible
que han puesto la fe en el centro del escenario, como por ejemplo Pärt o
Penderecki...
Respuesta: Ellos no tienen el sentido litúrgico. Mozart fue
también un grande, pero dudo que su música sagrada se encuentre cómoda en una
catedral. Pero el Canto Gregoriano y Palestrina se complementan sin fisuras con
la liturgia.
Pregunta: En efecto, las cartas de Mozart no manifiestan
ningún sentimiento religioso relevante. Y aún así, el "…et incarnatus
est"… de su misa en C menor, la frase soprano de los vientos explica
perfectamente el misterio de la encarnación...
Respuesta: No se olvide de que el padre de Mozart era
maestro de capilla. Y de este modo, lo quisiera o no, respiró profundamente el
aire de la Iglesia. Siempre hay algo muy concreto, en especial en la niñez de
un hombre, que explica su profundidad espiritual. Piense en Verdi, quien siendo
niño fue instruido musicalmente por un sacerdote y tocaba el órgano en la misa.
Pregunta: ¿Se siente un poco solo, sin herederos?
Respuesta: No ha quedado ninguno. Creo que soy el último
Maestro de Capilla.
Pregunta: Pero en Leipzig, en la iglesia de Santo Tomás,
ejerce el décimosexto Kantor desde la época de Bach...
Respuesta: En Alemania, en el ámbito protestante, los
descendientes del compositor de los concierto de Brandemburgo cuidan
celosamente su identidad. Verdi con toda razón decía que los alemanes son los
hijos fieles de Bach, mientras que los italianos son los hijos degenerados de
Palestrina.
Pregunta: Hablando de Verdi, la gran música sagrada no siempre es compatible con la liturgia...
Respuesta: Por cierto que no. La Misa de Requiem de Verdi no
puede ser propiamente llamada misa apta para la liturgia, ¡pero piense en el
poder con que el significado del texto emerge de ella! Beethoven, también:
escuche el comienzo del Credo. Es completamente diferente del estilo propio del
movimiento ceciliano. Estas son obras maesras de la música sacra que tienen su
lugar adecuado en los salones de concierto.
Pregunta: Bruckner también era un compositor muy
inspirado...
Respuesta: Tenía el defecto de ser excesivamente largo. Su
misa para vientos, en E menor, es muy tediosa.
Pregunta: ¿Estaba en lo correcto Malher cuando decía que
Bruckner era "…un semidios y un semitonto"…?
Respuesta: Es correcto. Tenía momentos extraordinarios, como
sus tratamientos magistrales con el arco. Pero luego empezaba a exagerar y
entonces...
Pregunta: ¿A Ud. le gusta Malher?
Respuesta: Es como Bruckner, en extremo repetitivo. A uno le
gustaría gritarle, llegado cierto punto: ¡córtala, ya entendimos!
Pregunta: Según
Ratzinger, hay una música que es un fenómenos de masas, la música pop, y que es
medida según los parámetros del mercado. Y hay una música culta, cerebral que
está destinada a una pequeña élite...
Respuesta: Esta
es la música de los modernos, desde Schönberg en adelante, pero la música sacra
debe seguir el espíritu del Gregoriano y respetar la liturgia. El cantor en la
Iglesia no está allí como artista, sino como quien ora, o como alguien que
predica con el canto.
Pregunta: ¿Envidia a las Iglesia Orientales?
Respuesta: No
han cambiado nada, y bien que han hecho. La Iglesia Católica ha renunciado a
ser ella misma y a su ornamento propio, como esas mujeres que se hacen cirugía
plástica: se vuelven irreconocibles y a veces sufren graves consecuencias.
Pregunta: ¿Fue su padre quien lo trajo a la música?
Respuesta: Era un trabajador en una fábrica de ladrillos en
Borgo San Lorenzo, en la provincia de Firenze. Amaba cantar en la iglesia. Y
amaba las romanzas de Verdi y Donizetti. Pero en aquel tiempo todo el mundo
cantaba: los granjeros mientras cosechaban sus viñas, los zapateros mientras
hacían su trabajo en la soledad de su taller. Había bandas en la piazza,
durante las vacaciones venían directores de orquesta desde Florencia y el
teatro de nuestra zona tenía dos temporadas por año. Hoy todo eso se ha
perdido.
Pregunta: En Italia las autoridades han cortado el
financiamiento de las orquestas y los teatros...
Respuesta: Hicieron bien. Esas organizaciones tenían
demasiada gente que era simplemente un peso muerto. Tome por ejemplo las
oficinas administrativas. al comienzo había cuatro o cinco personas, ahora hay
veinte o veinticinco.
Pregunta: ¿En qué sentido pueden Palestrina, Lasso o
Victoria ser considerados relevantes?
Respuesta: Por su densidad musical. Palestrina es el padre
fundador, que primero que entendió lo que significa hacer música… intuyó la
necesidad del elemento contrapuntístico vinculado con el texto, al contrario de
la complejidad y de las reglas de composición flamencas.
Pregunta: El filósofo Schopenhauer decía que la música es
la cumbre de todas las artes, la objetivización inmediata de la Voluntad. Para
los católicos ¿puede definirse como la expresión directa de Dios, de su
Palabra?
Respuesta: La
música es Arte, arte con mayúsculas. La escultura es mármol, y la
arquitectura tiene el edificio. Ud. ve la música solo con los ojos del
espíritu… entra en Ud. Y la
Iglesia tiene el mérito grandioso de haberla cultivado en sus cantorías, de
haberle dado su sintaxis y su gramática. La música es el alma de la palabra
que se convierte en arte. Es aquella que más definitivamente lo predispone
a descubrir y dar la bienvenida a la belleza de Dios. Por esta razón, ahora más
que nunca la Iglesia debe recuperarla.